La invasión se producirá en cualquier momento, Gandhi, el libertador de la India hace otra huelga de hambre, las cosas entre su madre y ella iban mejorando desde hace unos días, pero pensaba que jamás llegarían a ser confidentes.
Una noche se produjo un corto circuito, precisamente durante un bombardeo. No podía ocultar el miedo que le producían los aviones y las bombas, y buscaba refugio en la cama de su papa para que la consuele. Los cañones nos volvían sordos, al grado de no poder oír las sus propias palabras, a la luz de las velas, todo era menos terrible que en la obscuridad, ella temblaba como un hoja de papel y le pedía a papá que volviera a encender la vela.
De pronto, empezaron a disparar las ametralladoras, que son mil veces peor que los cañones, todos estaban muertos de miedo, lo cual no les permitió volver a conciliar el sueño, en ese momento solo se escuchaban los latidos de sus corazones.
Las situación comenzó a empeorar la comida empezaba a escasearse, solo comían habas y frijoles. Ana Frank le cortaba el cabello a su papa, el decía que después de que salieran de ahí, nunca iba a visitar una peluquería por que lo hacía muy bien, ella lo hubiera creído si no tuviera tantas cortadas en las orejas.
Mientras tanto en Turquía la guerra comenzaba, había una gran emoción, escuchaban la radio con el corazón en un hilo.
Más tarde sufrieron una gran decepción, Turquía aun no entraba en guerra, el discurso del ministro era un llamado a romper la neutralidad. Turquía estaba al lado de los ingleses, los billetes de mil florines serán declarados sin valor a partir de las siguientes semanas, lo que implicaba que ya no iban a poder utilizarlo los judíos que estaban escondidos o en el mercado negro.
pero no solo esas noticias sonaban, habían miles de alemanes heridos los cuales parecían estar orgullosos de sus heridas, cuantas más tenían, más orgullosos de sus heridas se sentían.
A veces se ponía a pensar en la vida que llevaban en el escondite y siempre llegaba a la misma conclusión: en comparación con otros judíos que no están escondidos, vivían en el paraíso. De todas formas,algún día, cuando todo haya vuelto a la normalidad, se extrañara de cómo ellos, que en casa eran tan pulcros y ordenados, ahora se han reducido, esto era en el buen sentido de la palabra, en lo que se refiere a la manera de vivir.
Esa noche los aviones habían bombardeado de tal manera, que habían empacado en una maleta lo estrictamente necesario en caso de tener que huir, y la pregunta era ¿A dónde vamos a huir?, toda Holanda está castigada por huelgas, ha sido testigo de una batalla monstruosa entre aviones ingleses y alemanes, algunos de ellos han tenido que saltar de sus aviones en llamas.
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